Cómo descansar más en Jesús
Hace unas semanas estuve en varios entornos en los que hablamos del agotamiento. ¿Cómo medimos nuestro ritmo de trabajo y descanso? ¿Cómo situamos el deseo de un trabajo comprometido y abnegado hoy dentro de la perspectiva de una vida de servicio a largo plazo?
Me han parecido útiles estos apuntes de Peter Scazzero (del conocido libro Espiritualidad emocionalmente sana) que vi en una historia de Instagram de una amiga. Una vez más, como hice en la entrada sobre cultivar el liderazgo, me he tomado la libertad de enlazar las frases a textos bíblicos.
Seas quien seas, estés donde estés, estoy orando por ti hoy para que disfrutes de la plenitud y la amistad de Jesús y el descanso en Él. (Por cierto, si estás alejado de Él, mientras haya vida nunca es demasiado tarde para dar media vuelta.)
Sé que estoy descansando en Jesús cuando...
- disfruto de la comunión con Jesús aún en mitad de desilusiones y tormentas.
- experimento una falta de ansiedad en mi cuerpo.
- no hago por los demás lo que pueden y deben hacer por su propia cuenta.
- mantengo mis ritmos de estar con Jesús durante temporadas de gran presión.
- cada vez me provoca menos que las cosas se tuerzan.
- estoy presente ante la belleza y la maravilla de los que me rodean.
- disfruto de un profundo sentir de que no tengo nada que ganar ni nada que perder — solo quiero la voluntad de Dios.
- experimento un contentamiento profundo al cuidar de las personas que Dios me ha encomendado.
- recibo los límites que Dios me regala en vez de luchar contra ellos, o ignorarlos o negarlos.
- discierno y acepto la etapa en la que Dios me ha colocado.
Comentarios
Publicar un comentario